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es solo el comienzo

La disputa actual entre Rusia y Occidente sobre las garantías de seguridad puede terminar de cualquier manera, pero la conversación real sobre nuestro futuro apenas comienza. La seguridad militar no tendrá en él una importancia decisiva.

¿De qué estamos hablando?

Estados Unidos, que se ha convertido en el principal receptor de las propuestas de seguridad rusas, es también uno de los líderes y beneficiarios de un sistema en el que las garantías militares y políticas sirven como medio de cooperación económica. El mercado global también proporciona el contenido de las herramientas utilizadas por los EE. UU. y sus aliados. Las sanciones, que limitan significativamente las oportunidades de desarrollo de los países contra los que van dirigidas, se han convertido en una de estas herramientas.

Independientemente de si se aceptan los términos rusos sobre las garantías de seguridad, Estados Unidos y sus aliados, que han identificado a Rusia como rival y oponente, seguirán tratando de limitar sus oportunidades de desarrollo.

¿Qué importancia tienen estas restricciones?

Muy significativo, incluso en áreas directamente relacionadas con la seguridad militar. Las restricciones al acceso a la electrónica moderna han sido durante varios años un obstáculo importante para el desarrollo de la industria de defensa rusa, lo que ha obstaculizado seriamente una serie de programas. Estamos hablando de cosas tan sensibles como los medios de reconocimiento, control, navegación, comunicaciones, que determinan las capacidades de los ejércitos modernos.

La situación de Rusia no es única: casi todos los fabricantes desarrollados dependen del suministro de componentes importados, acceso a tecnologías y desarrollos conjuntos, sin excluir al propio Estados Unidos. Pero si Estados Unidos puede adquirir libremente el equipo que necesita en Japón, los Países Bajos, Corea del Sur, Taiwán, etc. según la lista de países socios de Washington, entonces las capacidades de Rusia son significativamente limitadas.

Ninguno de los fabricantes quiere conflictos con los EE.UU.

Lamentablemente, la sustitución de importaciones no es omnipotente. Muchas cosas son demasiado caras (o no están disponibles en absoluto) para un país donde el mercado interno es de aproximadamente 150 millones de personas y el acceso a los mercados extranjeros, especialmente los mercados de productos de alta tecnología, es muy difícil.

Hoy, China parece una alternativa a Occidente, pero la cooperación con Rusia tampoco es una salida a la situación.

En primer lugar, los fabricantes chinos, que dependen del mercado global, son reacios a tomar medidas que les dificultarían ingresar a ese mercado, y una cooperación demasiado estrecha con Rusia es una de esas medidas.

En segundo lugar, China no está muy interesada en el desarrollo de la industria de defensa rusa, incluso en tener sus propios puntos de vista sobre el mercado mundial de armas, y esto limita significativamente la elección de áreas de cooperación.

En tercer lugar, China se ha establecido como un socio extremadamente duro e inconveniente, que no rehuye los pasos francamente deshonestos, incluida la copia no autorizada de productos de otras personas con la consiguiente negativa a cooperar o empeorar sus condiciones.

Esta situación para las empresas chinas solo se puede cambiar con un beneficio muy grande, que no es visible en el caso de Rusia, o con una directiva directa de los líderes de la República Popular China, por lo que, es posible, tendrá que pagar un precio mucho mayor. cuota de soberanía de lo que es aceptable para Rusia.

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