Las células cancerosas pueden desarrollarse bajo la influencia de muchos factores, incluida la desnutrición. Al mismo tiempo, los datos sobre productos útiles a menudo se contradicen entre sí. Entonces, los científicos han descubierto que las semillas de girasol, que se consideran saludables, también pueden dañar el cuerpo, escribe el Daily Express.
Las semillas de girasol se consideran beneficiosas debido a la alta concentración de vitamina E, que desempeña un papel importante en la protección de las células contra daños. Se cree ampliamente que son beneficiosos para los pacientes con cáncer. Los científicos han demostrado que tales semillas realmente tienen un efecto beneficioso en la lucha contra el cáncer de colon, próstata y mama.
Pero algunas sustancias contenidas en las semillas de girasol son perjudiciales para la salud. Esta conclusión fue hecha por investigadores de la Universidad Americana de Michigan. Confirmaron la presencia en las semillas de aflatoxina, uno de los carcinógenos conocidos más potentes que provocan el desarrollo de cáncer de hígado. Su uso regular conduce al cáncer de hígado.
Las aflatoxinas son producidas por el hongo Aspergillus, también pueden afectar los granos de maíz y las nueces: maní, pistachos y almendras.
Los científicos han descubierto que muy a menudo se encuentran altos niveles de aflatoxina en los productos que se cultivan en Tanzania. En 2014-2015, casi el 60 % de las muestras de semillas se contaminaron con aflatoxinas allí. También se observa que debido al impacto constante en el cuerpo de la aflatoxina en todo el mundo, mueren aproximadamente entre 25 y 155 mil personas cada año.
Los investigadores no recomiendan el aceite de girasol para mujeres con cáncer de mama debido a su mayor contenido de ácidos grasos insaturados omega-6. También se ha demostrado que el aceite de girasol, al igual que sus ácidos grasos esenciales omega-3 y el ácido linoleico, aumenta el riesgo de cáncer de mama.
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